Actualmente hay una amplia oferta de todo tipo de cosas para el gusto del consumidor. Hombres-mujeres que se anuncian en la sección de contactos ofreciendo todo tipo de servicios, chicos para chicos, chicas para chicos, mujeres maduritas, líneas eróticas, citas y relaciones en grupo secretos…etc.  Lo vemos en las revistas, periódicos, en anuncios por la tele, incluso viendo cualquier serie cómica de hoy en día vemos los famosos intercambios de pareja.

El hombre o mujer de hoy está casi predestinado a que de alguna manera u otra acabe sucumbiendo a este serie de anuncios carnales. Hoy no hace falta ni siquiera salir de casa, tenemos a nuestra disposición al más potente y atrayente aparato que se ha tenido jamás, el ordenador, aquel que con sólo elegir la opción de búsqueda nos permita dar rienda suelta a nuestra imaginación y buscar y encontrar todo lo que se nos ocurra. Tampoco es necesario ir a una tienda de las muchas que hay como son los sex-shop o tiendas de sexo y  pasar vergüenza porque has visto un aparato la mar de mono que te hará ser y sentirte muy  feliz, ¿para qué?, ahora tienes internet y puedes pedir lo que quieras, sólo hay que especificar  en las observaciones, «entregar al destinatario, no entregar a la vecina cotilla del quinto aunque no me encuentre en casa».

        A lo que iba, el sexo está en el ambiente, lo diferente atrae y lo cotidiano no es que aburra y no atraiga, simplemente es que es lo cotidiano.

En todo estos años, lo bueno de tener amigos, es que aunque tú no experimentes esas cosas diferentes, ahí están ellos para informarte con todo lujo de detalles de las experiencias acontecidas en sus más que moviditas vidas, y digo yo, «no sería más fácil decir a tu pareja, oye que na, que resulta que he leído aquí en el periódico que hay un chico que se ofrece a hacer todo tipo de cosas para divertirme y pasármelo bien y sólo me cobra 30 euros» ,pero, si me sale mucho más caro irme a la peluquería y lo más entretenido que hago allí es leerme una revista.

El sexo vende, es un negocio en expansión, no creo yo que la crisis le afecte mucho, porque si hay algo a lo que una persona no se resigna es a disfrutar del placer que esto supone.

Parte del problema está en la  comunicación, en el caso de las parejas sobre todo. La comunicación sexual es muy importante y la libertad de poder comunicarse abiertamente, pero no siempre tenemos ese impulso y decisión de expresarnos así, y es más fácil recurrir a algo de lo que tan ampliamente nos ofrecen fuera que enfrentarnos a la persona que tenemos enfrente y exponerle lo que queremos, y nos gusta.

También es verdad que como decía en otro artículo anterior, a la mujer u hombre de la casa rara vez se les ve más allá de lo que pueden ser, hombres y mujeres con deseos sexuales igual que el resto de la humanidad que camina por la calle. Vemos a la madre, al padre, a la persona con la que envejecer y nos cuesta imaginarnos que esa persona pueda ofrecernos esa sexualidad, ese placer sensual que como decía vemos o buscamos fuera.

Alguna vez habéis probado a ir a un sex-shop con vuestra pareja, a comprar algún objeto diferente con el que fantasear juntos, a invertir los papeles y ser uno por un momento la persona dominante en lugar de ser la sumisa, o simplemente sucumbir a experimentar algún tipo de fantasía?

Hay parejas que terminan sus días juntos por cariño o por comodidad y ni siquiera tuvieron una relación sexual plena. Hay gente que ni siquiera le da importancia a esto, y piensan que lo más importante es que haya cariño y bienestar entre ellos, incluso que en una pareja mientras exista amor, eso sea suficiente.

Todo es aceptable, hoy en día hay cabida para todo, casi para todo, sólo hay que buscarlo o querer buscar y hacer lo que uno quiera en todo momento, pero también es importante poder hablarlo,  igual lo que queríamos buscar fuera lo teníamos delante de nuestras narices y no lo sabíamos, quien sabe, no?